Continúa el compendio anecdótico que Hermenegildo Zanuso comenzó con Cuéntame un ejemplo. El misionero comboniano ofrece otra sustanciosa ronda de elocuentes reflexiones. En este inventario de relatos es posible hallar: una descripción sobre cómo vivió el padre Pro las horas previas a su martirio; la oración que el teólogo alemán Dietrich Bonhoeffer rezaba en el campo de concentración donde era prisionero; la anécdota que enmarca el buen humor con que santo Tomás Moro abordó a su verdugo; y numerosas narraciones más.