´Por aquellos días se publicó un edicto de César Augusto, ordenando que se hiciera un censo en todo el imperio. Este primer censo se hizo siendo Quirino gobernador de Siria. En consecuencia todos iban a empadronarse, cada uno en su propia ciudad. Así que también José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, llamada Belén, porque él era de la casa y de la raza de David, para registrarse allí junto con su esposa María que estaba embarazada. Mientras estaban allí, se le llegó a María el tiempo de dar a luz, y tuvo a su hijo primogénito, el cual envolvió en pañales, y lo recostó en un pesebre, porque no alcanzaron lugar en la hospedería´. (Lucas 2, 1-7).